101 km de La Legión: La crónica

Llegó el día... ése que tardará mucho, mucho, mucho tiempo en olvidarse. Eran las 9 de la mañana cuando ya estamos preparados en la línea de salida para arrancar a pedalear; sin embargo y tal como indicaba la organización, no sería hasta las 10:30 cuando comenzó la ruta de los 101 km de Ronda 2012. Sin nubes y con un poco de viento racheado salimos los más de 2500 ciclistas (sin contar los de la modalidad de duathlon que también comenzaron en bici). En grupo íbamos cinco: Alberto, Antonio, Germán, Pepe (dos compañeros de Almería) y Jacinto.

Los primeros compases de la ruta los hicimos bastante tranquilos, había demasiada gente y la circulación era complicada, más aún cuando al poco de comenzar la ruta nos encontramos las primeras cuestas sobre tierra. Todo discurría tal como lo esperábamos, algunas cuestas por aquí, llanos, bonitos paisajes,... Pasamos el primer puerto considerable sin problemas y paramos en casi todos los avituallamientos que nos encontrábamos... hacía mucho calor y el esfuerzo podía pagarse caro si además te encontrabas mal hidratado.

Los kilómetros fueron pasando y parecía que las cuestas eran cada vez más empinadas y las bajadas más peligrosas. La verdad, en algunas ocasiones pasé miedo bajando y en otras no paraba de maldecir las paredes que tenía delante de mi. Pasamos varios pueblos: Arriate, Setenil y Montejaque.


Con todo eso llegamos al km 76 donde estaba el acuartelamiento de la legión. Allí comimos en abundancia de cara a lo más duro de la carrera. En este punto llevábamos tan solo un 50% de desnivel  total de la ruta y en cosa de 25 km tendríamos que hacer el otro 50%. Tan solo al salir del cuartel, ya nos encontramos con la primera de las paredes, las cuales se fueron sucediendo hasta el final de la ruta. Evidentemente, a estas alturas la fuerzas flaqueaban y nos tuvimos que bajar en algunas ocasiones para poder subir aquellas cuestas; sin embargo, sufrías más cargando con la bici que si pedaleabas.

Los últimos 20km fueron de un martirio constante. Desniveles imposibles que te vaciaban las pocas energías que cogías en las bajadas. La última cuesta, "La cuesta del cachondeo", daba la entrada a Ronda. Allí te encontrabas multitud de gente apoyándote, cosa que te permitía hacer el último esfuerzo y llegar a meta. 

En total, 101km con 2200m de desnivel acumulado; la mayor parte en el último tramo de la ruta. Una ruta que tardará mucho tiempo en olvidarse debido al desgaste y sufrimiento que hay que pasar para poder, "tan solo", acabar. Al final, puestos 1860 aprox. después de habernos llevado 9h 30min (2h de paradas) sobre la bici... lo más fuerte... el corredor que ganó entró 15min antes que nosotros y el ganador en la modalidad ciclista empleó sólo 3h 45min.

Una experiencia bonita, dura, inolvidable y difícilmente repetible; no obstante, aconsejable.




En este vídeo podéis haceros una idea de la locura que fue la ruta.




Del min. 3 al 7 subida y bajada del puerto de la Ermita. "Increíble".
Del min. 13 al 15 llegada a Ronda. Cuesta de "El cachondeo".